Durante la Antigüedad, eran conocidos siete planetas, Urano, Neptuno y Plutón no habían sido descubiertos. Los astrólogos del período clásico establecieron una relación entre cada uno de los planetas conocidos, y una etapa de la vida humana. Así, cada momento de la existencia, está regido por una energía planetaria determinada. Estos siete planetas se dividen en “personales”: el Sol, la Luna, Mercurio, Venus y Marte, mientras que Júpiter y Saturno, afectan tanto a la persona como a un grupo social, por lo que son llamados “sociales”. Desde este punto de vista de la Astrología clásica, se observa la influencia de cada planeta en un orden general y primario, a nivel básico. Según el estado cósmico que tiene cada planeta se puede saber como nos irá en cada una de las edades: