Sinastría. Una visión espiritual.

   No es fácil de comprender por qué unas personas se pueden entender en un corto plazo de tiempo mientras que otras no se comprenden para nada durante años.  En principio todo está regido por la Ley del Karma, todo es el efecto de las Leyes de Consecuencia y Renacimiento porque éstas son las que hacen que esas personas se unan, sin embargo tenemos libre albedrío, de modo que también es cierto que muchas de las cosas que ocurren pueden ser cambiadas.El ser humano está evolucionando según el karma creado en anteriores vidas, si os resulta más fácil podéis emplear la palabra "condicionamiento" en vez de karma, y éste se encuentra representado en el horóscopo por los planetas, y esto hace que el ser humano se relacione con determinadas personas y a afronte determinado destino.

   
  Soy Asatrú, sigo la espiritualidad vikinga y pienso por ello que las Nornas del Destino son las que “programan”  los hechos más importantes de nuestra vida, como por ejemplo: el matrimonio y las relaciones personales más íntimas. Por tanto, en nuestros horóscopos se ven reflejadas las posibilidades de que estas relaciones terminen bien o mal, digo “posibilidades” porque no en todas las uniones está garantizado que la relación durará hasta la muerte. Existen parejas formadas por seres que en otras vidas tuvieron una buena relación y en ésta se unen para cumplir una determinada misión, por tanto suelen ser ejemplares; pero hay otras cuya unión puede ser por muy diferentes motivos, resultando que pueden romper su compromiso anterior al nacimiento porque no llegan a entenderse ya que hay algo de otras vidas que no superan.

  Todos estamos evolucionando a través de la Ley del Karma, unos hemos aprendido más y tenemos más cualidades espirituales, morales y mentales y otros, por el contrario, tienen menos. Esto influye mucho que ver con los vínculos de amistad, familia y otros similares que se generan nuestro destino, sin embargo, la armonía o el conflicto entre las personas radica en las vibraciones planetarias y los aspectos que forman los planetas entre ambos horóscopos.

  El posible resultado de las relaciones está basado en las vibraciones que emiten los planetas según los aspectos que forman entre sí. Y lo mismo que los aspectos de un horóscopo inclinan al individuo a actuar, pensar o sentir de determinada forma, cuando dos personas se unen, forman un conjunto de aspectos entre ellos que pueden dar como resultado una buena o mala relación.

 Nosotros llevamos las influencias astrológicas en nuestra aura, y son esas influencias –vibraciones- las que hacen que desde el primer momento nos veamos atraídos o rechazados hacia los demás. Una vez  que nacemos las Nornas del Destino mandan un Hada para que nos introduzca el destino que nos corresponde y desde el momento de ese momento establecen el momento más adecuado para que renazcamos y para que se vea cumplido nuestro destino y nuestro karma del pasado. 

  Cuando dos planetas están mal aspectados en los horóscopos de dos personas, pueden causar discordia en las relaciones o incluso separación. Naturalmente, todo depende de la voluntad que haya en la pareja porque "los astros inclinan no obligan" y además con la ayuda de los Dioses podemos mejorar las situaciones. Un ejemplo de esto podría ser una pareja con tendencia a discutir, puede llegar a pelearse y a no entenderse o bien a dialogar y solucionar sus problemas.

   Cada uno de nosotros tiene una relación kármica con ciertas personas que tienen un papel importante en nuestra vida, con otras serán las circunstancias las que nos pongan en contacto, pero de una forma u otra, esas relaciones están escritas en nuestro destino. Esto ni el mismo Odín lo puede cambiar y si no lo puede cambiar un dios, menos un hombre. Si podemos encontrar al forma de hacer que el destino se cumpla de la forma más adecuada posible. Podemos también tomar conciencia del papel que la otra persona tendrá en nuestro destino.

   La buena relación de aspectos entre dos cartas indica el principio que les llevará a fomentar la amistad, después vendrán los aspectos por “progresión” y los “tránsitos” que serán las pruebas y posibilidades de que esa relación llegue a su consumación según los planes previstos. Los buenos aspectos traen crecimiento personal y los malos aportan las pruebas y los problemas que los individuos deben superar como deudas mutuas o con los demás.

  Todas las relaciones tienen oportunidades para el desarrollo y más aún las íntimas, pero cuando dos personas tienen que afrontar juntas un destino es porque tienen un karma que les une. Esta unión les hará afrontar obstáculos y cosechar el fruto de su anterior unión o relación. Habrá casos en que los problemas se irán de las manos o que haya falta de control ante las circunstancias pero, en definitiva, lo lógico es que haya más unión. Las uniones se producen normalmente a través de la identificación energética, o sea, el reconocimiento de que alguno de ellos necesita del otro. Respecto a las relaciones amorosas y matrimoniales largas, hay que decir que estas vienen más marcadas en el horóscopo por toda un serie de aspectos que llegarán a unir a las dos personas para convivir juntas. Estos, a su vez, harán posible un desarrollo individual en cada uno de ellos, bien por las buenas experiencias y resultados o bien por los problemas que se les irá de las manos y la incapacidad de llevar a cabo otros proyectos. Las fuerzas representadas por los aspectos en las cartas son las que traen las pruebas, deudas, superaciones, etc., para que las personas que se enfrenten a ellas y consigan el desarrollo programado para esta vida.

 Naturalmente que, según sea la carta natal de cada uno, así será su posible actuación en sus relaciones y en la manera de compenetrarse con su pareja, pero, de cualquier forma, cuando hay malos aspectos, los dos deberán trabajar y esforzarse por crear la armonía necesaria para que la relación sea buena.

   Los malos aspectos son experiencias que debemos vivir y afrontar con otras personas, bien sea unidos a ella o bien porque, en cualquier otro medio, no nos entendamos, pero al final será una compensación para todos. El motivo de los malos aspectos en una relación es terminar con una serie de deudas kármicas del pasado, afrontar el destino unidos, y terminar llevándose bien los dos. De alguna manera, en cada vida atraemos a quien necesitamos y nos vemos atraídos por quien nos necesita para cumplir el destino predeterminado. Los aspectos mutuos  de la relación o unión (kármica o no) y cuanto más se repitan, indican que más necesidad hay de saldar esa deuda.

   En la pareja, los dos deberán estudiar y cambiar, si es necesario, los conceptos que cada uno tiene sobre el sexo contrario. En esto tiene mucha importancia el instinto y aspecto femenino de la Luna y la impulsividad masculina y el aspecto sexual de Marte. Todas las relaciones llevan consigo los medios necesarios para aumentar su desarrollo e espiritual, moral e intelectual, pero el matrimonio lleva consigo el deber de ayudar al compañero/a y pensar tanto o más en él que en nosotros mismos, por eso es la pareja quien debe superar el karma, y para ello, deben estar compenetrados y preparados con antelación.

   Unos se verán atraídos por experiencias de la infancia en su hogar (rasgos o cualidades de alguno de los padres) y otros rechazarán inconscientemente a otra persona por los recuerdos de una amistad, noviazgo o matrimonio frustrado. Si una niña fue muy querida por su padre, a la hora de elegir pareja, se verá atraída por una persona mayor que tenga alguna de sus cualidades.  Si un niño fue mimado por su madre, buscará amistades que sean similares y que tengan alguna de sus características. El inconsciente se relaciona con la vida pasada y con la infancia, pero el consciente se va formando durante la vida para que el individuo desarrolle su propia personalidad de una forma voluntaria y consciente.

   Normalmente, las relaciones personales íntimas son una continuación de otra vida. Los aspectos fuertes –mayores- entres los planetas de ambas cartas natales muestran el efecto de la antigua relación, los aspectos débiles y la conjunción son posibilidades de establecer nuevos vínculos, aunque, la conjunción también significa que esas personas deben afrontar algo nuevo juntos. La relaciones siempre son necesarias para la evolución y según terminamos nuestro karma con unas personas comenzamos con otras; y todo esto también se refleja en nuestra carta natal.

    Si tenemos en cuenta que las Nornas ya establecieron nuestro destino y que ni siquiera Odín -el dios más importante puede cambiarlo-. Sufriremos menos si lo aceptamos. Al fin y al cabo... como decía Buda. El dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional.

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