Saturno en la casa I favorece una tendencia general a la introversión, el aislamiento o la soledad, a tener un carácter serio, concentrado y secundario, con una visión de la vida pesimista y un temperamento nervioso o melancólico, que será más radical o destructivo si el planeta está afligido. Son nativos de personalidad cerebral o intelectual, en los que la cabeza domina sobre el corazón, y los instintos y pasiones suelen ser controlados o canalizados, y en otros casos, violentamente reprimidos; se tornarán secos, fríos o rígidos cuando el planeta esté disonante. Si tenemos en cuenta solo la influencia de Saturno en la casa I, hace a las personas de aspecto físico delgado, alargado o enjuto, con predominio del sistema óseo, complementado con un carácter reflexivo, lacónico, ascético o espartano. Estas personas suelen ser prudentes, realistas, maduras, sensatas, trabajadoras y perseverantes, muy responsab...