En este caso, hay una tendencia a sacar el lado más negativo de la combinación, pudiendo causar gran sufrimiento a estos nativos. Se producen frecuentes y dolorosas decepciones, desilusiones o desengaños amorosos, y se da un amargo choque entre los elevados ideales románticos y la realidad. Aquí podriamos encontrar al místico y sufrido Don Quijote, enamorado de una ruda y sucia aldeana a la que idealizó, transformándola en la maravillosa Dulcinea. Los elevados ideales románticos de estos nativos no pueden concretarse en el mundo terrenal, por lo que son fuente de frecuente dolor e insatisfacción. Es un aspecto malo para el matrimonio y, en general para ser feliz, por ello puede ser que se entreguen a relaciones clandestinas o a toda clase de vicios, alcohol o drogas, buscando sentirse bien interiormente; todo ello favorecido además por una imaginación sumamente activa. Vivirán o crearán numerosas situaciones confusas o engañosas en las r...