Misterio del Año Nuevo 2018.

  Aquí os dejo una interpretación esotérica del Misterio del Año Nuevo 2018.

  La Suma Sacerdotisa representa las fuerzas intermediarias, intuitivas y simboliza que en este milenio desarrollaremos un tacto y una intuición extraordinarios. Deberemos confiar en nuestra voz interior estar dispuestos  a recibir impulsos externos y dejarnos guiar. Pero, sobre todo, representa el saber "dejar que sucedan las cosas", es decir la tolerancia, y la paciencia que están relacionados con esta capacidad, al igual que el saber estar en cada momento.

Este siglo está dominado por El Loco simboliza el caos del que surge lo nuevo. Representa la franqueza despreocupada y carente de prejuicios y el gusto por experimentar. Su fuerza y su  protección residen en la seguridad de su instinto, lo cual lo protege igualmente de las situaciones de máximo peligro. Impulsados por un sentimiento de curiosidad, podremos ser conducidos a alcanzar metas muy elevadas.

   El Mago preside esta década y representa el comportamiento activo, los impulsos y la iniciativa, así como la cordura, la fuerza y la habilidad de mover algo y actuar. También significa proponerse unas tareas, intentar perfeccionarlas y tratar de profundizar en ellas al máximo.  Esta será la tarea de la década.

   La enseñanza  más evidente que nos trae este año 2018 está presidida por La Fuerza e indica el adiestramiento cariñoso de las fuerzas salvajes y representa por lo tanto la armonía entre el hombre civilizado y su naturaleza animal. Significa vitalidad, diversión y pasión, ganas de vivir y compromiso amoroso. Esto será lo más evidente.

   El Misterio o la enseñanza oculta que nos trae este 2018 es el de La Justicia y representa que deberemos fomentar juicios bien calculados sobre los que tendremos que recapacitar largo y tendido, decisiones probadas bajo un punto de vista crítico y tomadas inteligentemente. Además, esta carta nos indica igualmente que nosotros seremos responsables de aquello que vayamos a vivir; que finalmente  cosecharemos lo que sembremos. Por tanto, la lección que esconde el 2018 estará vinculada con asumir esta responsabilidad. Nuestro propio karma. Tomar conciencia de que existe una Justicia Divina.