Visión budista de Neptuno en la casa cuarta.
Neptuno en la cuarta casa demuestra poco interés en el aspecto material del hogar y la familia. El individuo es sensible con los miembros de la familia y su hogar, pero por lo general no necesita contacto físico. Con esta colocación de Neptuno la persona puede expandirse hacia los reinos inmateriales. Es como tener raíces espirituales en lugar de un origen físico.
Una persona mal orientada con esta posición de Neptuno, no sienta cabeza. El individuo carece de raíces y conexiones con la gente y los lugares. La vaguedad de Neptuno lo hace ir por aquí y por allá en busca de mejores situaciones.
Una persona prudente con esta posición de Neptuno, amplía la visión de la familia y el hogar. La persona es sensible con los miembros de su familia, y es capaz de soñar o intuir cosas a este respecto. Estos individuos gustan de los valores espirituales, y de hecho pueden intentar trazar los orígenes espirituales de la familia. Los miembros afines de la familia son fuente de inspiración si poseen esta posición de Neptuno.
Con Neptuno en casa cuatro se experimenta con facilidad la apertura mental y las raíces espirituales. Esto crea una conexión poderosa con el linaje de cualquier fe que valide las vidas pasadas y el desarrollo personal. Neptuno en la cuarta casa tiene la capacidad para sentir las vidas anteriores e incorporar a la vida actual las experiencias pasadas.
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