Visión budista de los aspectos entre la Luna y Venus.

Conjunción
    La sensibilidad y la sensualidad se mezclan. La naturaleza sentimental de este individuo es poderosa. Sentir compasión es amar a otro. La compasión adquiere todo el colorido de los sentidos, como forma, figura, color y armonía. Las situaciones negativas agitan la mente con emociones. Problemas intelectuales obstaculizan su discernimiento. Como la actitud es tranquila y organizada, se evita la confusión emocional. Los estilos de meditación vipassana y zen eliminan las reacciones desproporcionadas, que constituyen una de las influencias de esta conjunción.

    Este aspecto suele traer excelentes resultados en las variedades de meditación de Tara Verde y Avalokiteshvara. Estas figuras búdicas manifiestan amor y compasión, que son el mejor aspecto de la Luna y Venus. Cuando estos dos cuerpos celestes están en conjunción, la persona es atractiva.

Tara Verde

Cuadratura
    La sensualidad y la sensibilidad producen tensión mutua. El afecto y la sensibilidad muestran una fuerte respuesta ante cualquier asunto emocional. Esta característica propicia relaciones vivaces, pero puede causar problemas cuando el individuo trata de relacionarse con otras personas desde la razón. La sensibilidad hace vulnerable el lado sensual de la persona y plantea  un nivel más elevado de interacción emocional. Las meditaciones vipassana y zen ayudan a controlar este aspecto debido al distanciamiento que cultivan.

    El amor y la compasión son fuerzas muy poderosas en un entorno positivo. La persona responde con rapidez a los patrones cambiantes de la relación amorosa. La sensibilidad es dueña de la empatía con la otra persona. La capacidad de manifestar los rasgos positivos de este aspecto astrológico dependen de que el individuo sepa centrarse y tomar distancia. El afecto es poderoso y se necesita tener la mente clara para manejarlo.


Oposición
    La sensibilidad y la sensualidad están en oposición. Un lado es la sensibilidad y compasión mientras que el otro está preñado de sentimientos provocados por los sentidos. Tanto la Luna como Venus son planetas emocionales, y por tanto no causan una polaridad. La empatía y el amor que se siente por otros son expresivos. Sin embargo, cuando esta influencia no se modera puede generarse tensión y resultar complicado encontrar satisfacción en una relación. Aunque en este aspecto están presentes el amor y la compasión a un individuo desequiibrado puede provocarle apego y confusión.

    Cualquier meditación centrada en deidades de la familia Amitabha, como Avalokiteshvara y Tara Verde, funciona de forma excelente. Esas prácticas se enfocan en la compasión inteligente. El individuo también  puede equiibrar esta influencia con la práctica del vipassana, el zen o el manjushi. Estas tres variedades de meditación producen distanciamiento que mejora la capacidad para lidiar con los sentimientos fuertes. Estos estilos de meditación evitan la compasión absurda que complica las situaciones. Ésta se considera una respuesta emocional sin beneficio alguno, ya que aparece como la manifestación de un sentimiento personal que pasa por alto el sentir de las demás personas involucradas.

Sextil y trígono
   La sensibilidad y la sensualidad fluyen suavemente. Esto significa que el afecto se combina con la sensibilidad emocional. Para demostrarlo, un buen ejemplo es el caso contrario. Cuando la sensibilidad emocional y el afecto no están en equilibrio, se demanda amor. Esta exigencia es ciega a lo que otro pueda sentir. Por el contrario, la influencia benéfica reconoce con facilidad las necesidades de todos. Entre el amor y la compasión hay armonía y sensibilidad.

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