¿Cómo podemos infundirnos más confianza?

   Es probable que lleguemos a la conclusión de que hay momentos determinados en que necesitaríamos infundirnos mayor confianza para conseguir nuestros propósitos o salir airosos de situaciones comprometidas. Para ello, es importante que nos esforcemos en aprender a defender nuestros criterios -desterrando cualquier temor a encontrarnos frente a frente con nuestro propio yo-, en explotar el poder de convicción y en ejercitar el buen uso de la palabra.

   Un buen ejerccicio para comenzar a trabajar en estos aspectos es el siguiente:

   Céntrese mentalmente en algo importante que desde hace tiempo le preocupa, pero que tódavía no se ha atrevido a comentar -por ejemplo, pedir un aumento de sueldo-. Seguidamente, piense en los argumentos de que dispone para defender su reivindicación, expóngalos con la máxima claridad posible y grabe su discurso en una cinta de cassette.

   A continuación, colóquese delante del espejo y repita paso a paso todo el monólogo, estudiando sus gestos y su actitud general. Cuando haya realizado ambas partes del ejercicio, estúdielas detenidamente y escriba sus conclusiones, intentando especificar punto por punto los errores que ha cometido y lo que considera que podría hacer para evitarlos.


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