El Zodiaco, al ser circular, puede dividirse en cualquier número de partes iguales. Como origen de esa partición puede tomarse cualquier punto, por ejemplo la posición de uno de los planetas. Si dividimos, pongamos por caso, el círculo zodiacal en cuatro partes a partir de ese lugar, que puede ser la posición de Urano, por escoger alguno, los puntos en que caen esas divisiones corresponderían al armónico cuatro de Urano. Si en vez de eso lo dividimos en cinco, esos sitios serían los del armónico cinco, y así sucesivamente.