Segundo Ruiz - Astrología

Clave: Cáncer/Géminis, Luna/Mercurio Sumario del tema: Discusión de sentimientos, psicoterapia/(psicoanálisis), hacer contacto con los sentimientos, la conexión entre mente y "estómago" Significado de las cartas en la tirada: A. (Como carta simple o inicial): El problema  Prefiere permanecer en la superficie e ignorar sus sentimientos. Hace todo para evitar percibirlos o tener que expresarlos. Pero ha sabido por mucho tiempo lo que se necesita atender. Necesita entender que los sentimientos no expresados hacen presa de la mente y, por su misma naturaleza, pueden causar enfermedad. B. (Como carta en una serie) El camino a través del problema   Ha llegado el momento de expresar lo que sucede en su vida y lo que siente. No habrá progreso sin discusión - sólo acción sin movimiento. Encuentre un amigo con el cual hablar, o un psicólogo si no hay nadie preparado para escuchar. C. (Como última carta): El resultado   La razón y el instinto entran en contacto entre sí

  Los planetas más lejanos en su tránsito por los signos del Zodíaco; Urano, Neptuno y Plutón. Al ser los más alejados de la Tierra, su movimiento aparente es extremadamente lento, de forma que el más rápido, Urano, tarda unos siete años en transitar solamente por un signo y 84 en dar la vuelta al Zodíaco. Neptuno tarda casi 14 en transitar cada signo y cerca de 166 años en dar la vuelta completa. Finalmente, el alejadísimo Plutón, de órbita irregular, puede llegar a tardar, en algunos casos, hasta casi 30 años en pasar por un solo signo y casi 247 en hacerlo por todo el Zodíaco. Debido a esta gran lentitud, el estudio de estos planetas no se puede abordar del mismo modo que hemos hecho con los anteriores, y que, en este caso, sus efectos se aprecian mucho más en el ámbito histórico o generacional que en el plano individual.   Para ver mucho más claramente la influencia de estos planetas en el ámbito individual hay que estudiar su posición en las casas más que en los signos zodiacales

    Mundialmente la próxima Luna Llena se debate en la dualidad, debido a las numerosas oposiciones que tiene. Por ello predomina el Armónico 2 reforzando así la tendencia general del año astrológico que comienza con el Ingreso del Sol en Aries , también bajo la tendencia dominante del Armónico 2.  En las épocas en las que predomina éste armónico las personas somos dependientes, tenemos obstáculos, sujeciones o ataduras con los demás, es un tiempo de mayores implicaciones, causadas por la sensación de no sentirnos incompletos, necesitamos cubrir nuestras carencias, compartir o competir con otros para lograr nuestros propósitos. Notamos nuestras carencias más que nunca, por eso necesitamos complementarnos contar los demás o entrar en conflicto con ellos. Esta es una tendencia mundial tanto para el año astrológico que empieza -con la entrada del Sol en Aries- como para el periodo que va de la Luna Llena de Marzo a la Luna Llena de Abril de este año 2011.     Ahora vayamos a mi país Esp

Arquetipo: La lucha contra el dragón. General: Valor, vitalidad, energía, pasión, "enseñar las uñas". Profesión: Contratación, éxito, disponibilidad para luchar. Relación: Apasionamiento, dramatismo. Conciencia: Pensamiento apasionado, carisma. Espiritual: Equilibrio entre espíritu e instinto. Meta: Aceptación y cambio de bajas fuerzas. Sombras: Ganas de sentir sensaciones, alegría por el mal ajeno, brutalidad. Invertida: Fracaso de buenos propósitos, inconstancia.

   Los pitagóricos llamaban al número ocho -número de la justicia y plenitud-; en primer lugar, porque es el primero que se divide en números iguales, a saber, en cuatro; y en estos cuatro hay una división y por esa igualdad de dividir recibe el nombre de justicia. Recibió el otro nombre, plenitud, a causa de su solidez corporal, porque es el primero que constituye un cuerpo sólido. En el simbolismo occidental el ocho es el número de la reacción y de la justicia equilibrante. Cada acción procedente del cuatro produce una reacción que se percibe de nuevo en el cuatro. En el simbolismo del Tarot, el ocho se corresponde con la Justicia; espada en la mano diestra y balanza en la izquierda, que señala la obligación de encontrar el equilibrio justo o sufrir las consecuencias. El ocho es el número de la justa medida humana, es el número del equilibrio cósmico y simboliza la regeneración espiritual.   El armónico 8 tiene una cierta similitud con el planeta Plutón que también simboliza la reg

La casa cuarta está asociada con la Luna, es una casa cardinal de agua. "Yo siento todo".     El principio y el final de la vida. Nuestras raíces y arquetipos. El hogar como base tiene un apoyo definitivo en los padres. Es la forma de nuestro subconsciente y determina la respuesta inconsciente a nuestros mecanismos y emociones preconcebidas.    Corresponde al principio reflexivo-reactivo femenino que opera en nuestra mente inconsciente con respuestas emocionales automáticas y hábitos establecidos en nuestra niñez, o heredados, cuando uno está sujeto a los condicionamientos paternales.    El final de la vida representa el última lugar de descanso en la tierra, y también el lugar del cual procedemos o las herencias de otras vidas. Aries en la casa 4: Generalmente eres agresivo en los asuntos que se relacionen con el hogar. Crees y tienes fe en la búsqueda de bases personales y de seguridad interior. Implantas una semilla en tu herencia y das un nuevo carácter a tus raíc

    Aunque amarse a uno mismo parece lo más natural del mundo, existen infinidad de personas cuyo problema principal es que no tienen ningún respeto ni afecto por sí mismos. De hecho, las consultas de los psicólogos están llenas de este tipo de personas. Sin embargo, ¿el hecho de amarse a uno mismo no es acaso algo absolutamente natural?, y si es así, ¿por qué hay seres humanos que no desarrollan este tipo de sentimiento afectivo?    Ciertamente, la autoestima es un sentimiento que debería ser inherente a la propia persona, en la medida en que una inmensa mayoría desea lo mejor para sí mismo. No obstante, muchos no se atreven a alardear de esta cualidad por temor a ser tachados de orgullosos, y otros se consideran con menos talento que su prójimo. Esta tendencia no se desarrolla por casualidad, sino que viene determinada por la acumulación de situaciones inquietantes o frustrantes vividas durante el período en que su personalidad se estaba formando.    Quienes padecen falta de autoe

  El septil está ligado íntimamente al simbolismo del siete. Lo especial de este número es que es capaz de contener y ordenar los tiempos. El siete se corresponde con los siete días de la semana -Aunque hayan cambiado los años, los meses o los días de los meses, la correlación de los siete días se ha mantenido siempre inalterada a pesar de los cambios en las medidas de tiempo-.   Para los hebreos el siete representa el número de la totalidad humana, macho y hembra a la vez. El siete es el número del ser humano perfecto, del ser humano realizado, es el número del andrógino, el número de Abraxas.   En simbología, el número siete implica un paso de lo conocido a lo desconocido, representa el fin de un ciclo y la incertidumbre de un ciclo nuevo. Para San Agustín, el siete simboliza el acabamiento del mundo y la plenitud de los tiempos. Es como la medida del tiempo de los tiempos: el siete mide el tiempo de la historia, el tiempo del peregrinar terreno del ser humano. El siete también si

Arquetipo: La marcha del héroe. General: Valor, confianza, talante de partida, iniciativa, ganas de arriesgarse. Profesión: Comienzo de algo nuevo, exigencia, independencia. Relación: Nueva relación, "aire fresco". Conciencia: Fuerte conciencia, responsabilidad. Espiritual: Amplitud de horizontes. Meta: "El desenterramiento del tesoro", "la liberación de los bellos prisioneros". Sombras: Frívolo, delirio de grandezas, falta de respeto, perder el control. Invertida: Fracasar, titubear, no poder desprenderse.

  Los planetas más lejanos en su tránsito por los signos del Zodíaco; Urano, Neptuno y Plutón. Al ser los más alejados de la Tierra, su movimiento aparente es extremadamente lento, de forma que el más rápido, Urano, tarda unos siete años en transitar solamente por un signo y 84 en dar la vuelta al Zodíaco. Neptuno tarda casi 14 en transitar cada signo y cerca de 166 años en dar la vuelta completa. Finalmente, el alejadísimo Plutón, de órbita irregular, puede llegar a tardar, en algunos casos, hasta casi 30 años en pasar por un solo signo y casi 247 en hacerlo por todo el Zodíaco. Debido a esta gran lentitud, el estudio de estos planetas no se puede abordar del mismo modo que hemos hecho con los anteriores, y que, en este caso, sus efectos se aprecian mucho más en el ámbito histórico o generacional que en el plano individual.   Para ver mucho más claramente la influencia de estos planetas en el ámbito individual hay que estudiar su posición en las casas más que en los signos zodiacales