Visión Budista de Mercurio en la casa octava.
Mercurio en la octava casa incrementa las habilidades terapéuticas. La mente se enfoca en la comprensión de las dinámicas interpersonales. Esta disposición de Mercurio establece una buena base para la terapéutica profesional, aunque esto no quiere decir que dicha actividad sea la alternativa de empleo. Esta posición favorece el disfrute de un buen diálogo. Una actitud negativa o torpe por parte de la persona, en cambio, puede hacer que manipule a otros para satisfacer sus deseos personales, utilizando con propósitos egoístas el conocimiento adquirido sobre los pensamientos y sentimientos de los demás. Al individuo espiritual esta habilidad lo provee de percepciones e intuiciones valiosas, algo muy provechoso para psicólogos y terapeutas. Con esta colocación suele ser bueno combinar la práctica de Manjushri con el estudio de la psicología. Si la persona es budista, se le recomienda que investigue sobre la tradición de las prácticas mahayana y vajrayana, pues cuando Mercurio