Visión budista de Plutón en la casa segunda.

  Plutón en la segunda casa se relaciona con la parte del mundo material que involucra sentimientos profundos.  Desde el punto de vista budista esta posición de Plutón denota cierta tensión en la conciencia sobre el entorno personal creado por el individuo.
 
  Si su lugar de residencia está en algún barrio peligroso o área marginal, este hecho puede desembocar en depresión o inestabilidad emocional. Esta ubicación planetaria significa que el cuerpo reaccionará ante el lugar de residencia, e incluso ante los muebles y la decoración. En este caso se recomienda elegir una casa iluminada y bien ventilada. También es conveniente no usar colores oscuros en la decoración de la casa ni en la ropa. Además la comida que produce sensación de pesadez en el cuerpo debe evitarse. En general, es necesario estar alerta a las respuestas que el cuerpo genera hacia el entorno doméstico. Probablemente algunos astrólogos ajenos a la astrología budista piensen que todas las cuestiones del hogar están relacionadas con la cuarta casa, pero en el budismo se cree que la casa segunda tiene que ver con el lugar de residencia, los muebles que utiliza, la ropa que lo viste y la manera que administra el dinero y se gana la vida. Esto es debido a que la casa segunda desde la perspectiva budista representa la relación del individuo con el mundo material. En esencia, al haber establecido su personalidad -casa primera-, el individuo busca la acumulación de bienes materiales y un lugar donde sentirse seguro -casa segunda-.

 
  Plutón propicia el apego a la gente y los objetos con los que guardamos una relación duradera. El apego no es negativa si la persona responde de manera positiva. En cambio, es un problema cuando obliga a las personas a aferrarse a situaciones añejas. Si la avaricia y el anhelo mórbido le son familiares a la conciencia, entonces Plutón en la segunda casa afecta al individuo con inestabilidad y desaliento si las situaciones no fluyen. Por tanto, en esta situación planetaria es de suma importancia mantener una actitud positiva y cultivarla por medio de meditaciones que desarrollen el distanciamiento y la devoción.