Psicología Analítica de Jung: Introducción al animus y al anima.

   El encuentro de "la imagen del alma", que Jung denomina anima en el hombre y animus en la mujer, constituye la segunda etapa del proceso de individuación. Jung entiende por alma "un cierto complejo delimitado por funciones", que no debe ser confundido con la psique.

Anima y Animus

   El alma es una especie de personalidad interior, un acompañante, considerado como sujeto, con el que yo puede mantener el mismo tipo de relaciones que con un personaje exterior.

   Si bien la sombra -de la cual ya he hablado en un artículo anterior- se constituye en un contrapunto del yo, la imagen del alma se halla en relación directa con la constitución de la persona -de la que también he hablado-. Mientras que ésta es factor de comunicación entre el yo y el mundo exterior, el anima y el animus son factores de comunicación entre el yo y el mundo interior. Existe una relación de complementareidad: allí donde, a través de la persona, el yo correría el riesgo de perderse en ideales colectivos y las exigencias sociales, el anima/animus reequilibra el juego imponiendo al sujeto los aspectos fundamentales de su naturaleza profunda. Cuanto más fuerte es la identificación del yo con la persona, en mayor grado las manifestaciones del anima/animus son brutales, desordenadas e incongruentes. A la inversa, cuando la individualidad corre el riesgo de romper el vínculo con el mundo exterior, la persona impone un marco que mantiene al sujeto en contacto con las referencias colectivas.

La psique desde la perspectiva de Jung.
   Como personificación de los componentes femeninos inconscientes del hombre y masculinos de la mujer, el anima y el animus se basan en los datos biológicos de la bisexualidad. Lo que implica que la identidad sexual no se adquiere solamente a partir de las imágenes parentales y de la experiencia concreta de la sexualidad, sino que también se halla enraizada en los esquemas de constitución, desarrollo y funcionamiento del inconsciente colectivo. La polaridad sexual del yo tiene asimismo que confrontarse con su opuesto interior. El anima y el animus organizan todo lo que cuestiona, desde el inicio de la identidad sexual del sujeto: las formas infantiles del erotismo, la oralidad y la analidad, la angustia de castración, las relaciones edípicas, así como los componentes de las relaciones afectivas, sexualizadas, del adulto.



    Anima y animus son a la vez las instancias y los mediadores del inconsciente; representan a un interlocutor más evolucionado que la sombra y constituyen los principales factores de la proyección. Y forman las imágenes que permiten que cada cual establezca estrecha relación con ciertos individuos bien determinados del otro sexo.

    Cada encuentro está de alguna manera guiado por el arquetipo, pero según una forma propia de cada cual. Así pues, el hombre se ve conducido a elegir el amor a la mujer que corresponde mejor a su feminidadad inconsciente, la que presenta sus caracteres. Y ocurre lo mismo para la mujer en su encuentro con el hombre. Recíprocamente, cada encuentro irá dejando su señal en la representación del arquetipo, que de este modo resultará modificada.

     En posteriores artículos hablaré de como construimos el anima-animus. Ciertamente ciertos astropsicólogos como Liz Greene, Howard Sasportas, Richard Idemon y otros, han relacionado la imagen del ánimos con ciertos planetas. Por ejemplo: el Sol y Marte con el ánimus en la carta de una mujer y la Luna y Venus con la del ánima en la carta de un hombre. No obstante, a través de mis escritos sobre psicología analítica de jung. Lo que pretendo es mostraros su fundamento y que vosotros juzguéis después si la relación que establecen dichos astropsicólogos con distintos elementos de la psique desde pensamiento de Jung es correcto. Por mi parte, confieso que no soy psicoterapéuta, mi interés por la obra de Jung es filosófico, me acerco a Jung como pensador y estudioso de la psique humana y me parece muy interesante la relación que hay entre su pensamiento y la tradición esotérica de occidente, así como la filosofía mística tanto de oriente como de occidente. Esto ya lo veremos más adelante cuando hable de su obra en relación con la alquimia.

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