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Astropsicología de Venus.

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    En una carta natal masculina Venus encarna la imagen ideal de mujer jóven que tiene un hombre. En un horóscopo femenino, describe como se ve la mujer a sí misma, en un horóscopo masculino simboliza el ánima y, por ello, el aspecto central de su feminidad interior.  Venus en Aries:  Una mujer jóven directa, la joven dura. Valerosa, fuerte impulsiva, confiada y honesta. Una  mujer vivaz y aventurera que preferiría antes seducir que ser seducida y lo más rápido mejor, y con que uno podría atravesar un infierno y varias tormentas. Su lado oscuro es un feminismo radical. Venus en Tauro: Arquetipo de la Lechera. La mujer femenina, muy erótica que está cerca de la naturaleza y muestra un fuerte énfasis físico. Busca un lazo sólida en una relación. Su lado oscuro; la indolencia. Venus en Géminis: La dama serene, conversadora. Una mujer moderna, inteligente, culpa y capaz. Multifacética. Disfruta estando enamorada una y otra vez, pero, en última instancia, es distante

El Anima de un hombre a través de su Carta.

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    Teniendo en cuenta lo último que he escrito en el blog con respecto al anima y al animus creo oportuno escribir un artículo sobre los mismos en la carta natal. En el horóscopo de un hombre la posición de la Luna por signo indica una parte de su feminidad interior y la imagen  de mujer que busca. Venus también simboliza al anima en un horóscopo masculino. No obstante, la Luna es un símbolo de la Dama y Venus es un símbolo de la Doncella . Por eso, Venus se vincula con la imagen interior que el hombre tiene y busca de la mujer joven y la Luna con la imagen interior de mujer madura que el hombre tiene y busca.    En este artículo voy a dejar a La Doncella a un lado y me voy a ocupar de la imagen que el hombre tiene de la mujer en su estado maduro. Sin embargo, esto nada tiene que ver con la mujer real con la que se relaciona. Ya hemos visto, en artículos arteriores que conforme la persona madura se deja influir menos por estas proyecciones.    Si eres mujer y estás leyendo e

Psicología Analítica de Jung: Integración del Animus/Anima.

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    Del mismo modo que para el hombre ante su anima , la evolución de la mujer se reaiza mediante la exploración de toda su dimensión masculina inconsciente por medio de las representaciones que se modifican conforme a su propio desarrollo.    Cuanto más inconscientes son las tendencias del anima o del animus, más "poseen" al yo e influyen en todas las relaciones con el otro: así, tal hombre suele vincularse con el mismo tipo de mujer, y tal mujer con el mismo tipo de hombre, a pesdar de los sinceros esfuerzos para cambiar de esquema.     Se trata de un vínculo de fascinación que, si bien posibilita la relación con un compañero del otro sexo, la mantiene en cierta confusión entre el anima y la mujer de la realidad, y entre el animus y el hombre de la realidad. Esto explica gran número de desilusiones y de decepciones, especialmente cuando la realidad cotidiana le gana la partidaa lo que era proyectado en el seno de la pareja, del anima del hombre y del animus de la

Psicología Analítica de Jung: Manifestaciones del Anima.

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    Si bien hasta el momento he situado en paralelo anima y animus, conviene ya diferenciarlos. Cada una de estas imágenes del alma posee sus características propias, con aspectos positivos y negativos y aspectos positivos, y con funciones particulares en cada tipo de psiquismo.      El anima corresponde a la vida de relación y afectiva. Se manifiesta mediante los humores, la inspiración y la intuición, el apego a la naturaleza, las dotes artísticas y la sensibilidad ante la belleza, las capacidades sentimentales, todas las actitudes impregnadas de amor por los otros y que son fácilmente designadas como femeninas por su aspecto pasivo, receptivo, sensorial y sentimental. Se trata del eros, que se constituye a partir del eros de la madre y del anima del padre.       En su polaridad positiva, ella permite que el espíritu vibre al unísono con los verdaderos valores interiores. Su imagen arquetípica es la inspiradora, la musa. En su polaridad negativa, se manifiesta mediante un co

Psicología Analítica de Jung: La Construcción del Anima/Animus.

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    Más profundamente sumida en el inconsciente, la imagen del anima/animus es aprehendida ante todo a través de la disminución de la proyecciones. Ella aparece sólo después de este primer distanciamiento en las mismas circunstancias que cualquier otra manifestación del inconsciente: los sueños, los fantasmas, las figuras literarias o mitológicas... Se trata siempre de un personaje femenino en el hombre y masculino en la mujer. Su aspecto no recuerda a nadie en especial: nunca se trata de la imagen de una persona de los círculos del que sueña. Tal imagen retorna regularmente en la vida onírica, con un carácter, un rostro y un comportamiento que le son propios. Es portadora de una intensidad numinosa, es decir, de un valor emocional y afectivo correspondiente a lo sagrado.    La construcción de la representación inicial del anima es realizada a partir de tres factores: - La relación entre el hijo y su madre, tal como ha sido realmente vivida. - La relación entre el hijo y la im

Psicología Analítica de Jung: Introducción al animus y al anima.

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   El encuentro de "la imagen del alma", que Jung denomina anima en el hombre y animus en la mujer, constituye la segunda etapa del proceso de individuación. Jung entiende por alma "un cierto complejo delimitado por funciones", que no debe ser confundido con la psique. Anima y Animus    El alma es una especie de personalidad interior, un acompañante, considerado como sujeto, con el que yo puede mantener el mismo tipo de relaciones que con un personaje exterior.    Si bien la sombra -de la cual ya he hablado en un artículo anterior- se constituye en un contrapunto del yo, la imagen del alma se halla en relación directa con la constitución de la persona - de la que también he hablado- . Mientras que ésta es factor de comunicación entre el yo y el mundo exterior, el anima y el animus son factores de comunicación entre el yo y el mundo interior. Existe una relación de complementareidad: allí donde, a través de la persona, el yo correría el riesgo de perderse