Segundo Ruiz - Astrología

La retrogradación de Venus en Leo es un fenómeno astrológico que despierta interés y cautela a partes iguales. Este tránsito astrológico, a menudo visto como una fase de intensa introspección, suele conllevar una serie de implicaciones que pueden ser especialmente prominentes dependiendo de la ubicación de Leo en la carta natal individual. Como decía Ptolomeo, el astrónomo y astrólogo greco-romano, "Los movimientos de los astros son como un lenguaje oculto de divinidad".

I. El Baile Cósmico de Venus Los antiguos sabios solían decir: "El que mira a las estrellas, orienta su alma". Este antiguo proverbio adquiere especial relevancia cuando hablamos de los planetas retrógrados, un fenómeno astrológico que ocurre cuando un planeta parece moverse en la dirección opuesta a la que normalmente sigue. Es un espectáculo celestial que nos invita a reflexionar y reconsiderar. Este año, desde el 23 de julio hasta el 4 de septiembre, el reflector cósmico caerá sobre Venus, el planeta del amor y las relaciones, en su paso retrógrado por el signo de Leo.

La Luna continúa transitando por el signo de Aries hasta que que mañana entre en el signo de Tauro a la 1:29 UT. Mientras que la Luna en Aries busca innovar, la Luna de Tauro se enfoca en construir una base sólida. Buscaremos comodidad y previsibilidad. 

   Mañana Venus deja el signo de Cáncer para adentrarse en el signo de Leo, hasta el 10 de Julio del 2018. En dicho signo se encuentra el Nodo Norte de la Luna para recibirla. De esta forma, el planeta del amor se monta sobre la Cabeza del Dragón -otra forma de llamar al Nodo Norte-, como si fuera la Khaleesi de Juego de Tronos.