La Luna y el Karma

   En la vida presente, la personalidad se construye sobre las bases del pasado. Tal, como la cuarta casa está en el fondo mismo de la carta natal, constituyendo  la base sobre la que construimos nuestra personalidad operacional íntegra, de igual modo la Luna -que tradicionalmente "gobierna" a Cáncer y la Casas IV que participa de la misma frecuencia energética- representa nuestros sentimientos más enraizados acerca de nosotros mismos. El principio de la Luna es similar a lo que muchos psicólogos llaman la "imagen personal", aunque el sentido del yo representado por la la Luna no es tanto una imagen consciente y visual como subliminal, la Luna señala una indicación más bien vaga de lo que somos. La Luna se ha asociado tradicionalmente al pasado, tanto el pasado vivido en esta vida conectado con la infancia y las relaciones con los padres -especialmente con la madre-, o vinculado con una visión  más vasta del pasado en el contexto de la teoría de la reencarnación. En muchos escritos astrológicos se ha expresado que, mientras que la Luna muestra el pasado, el Sol muestra la orientación presente, y el Ascendente señala el desarrollo futuro. Sin duda, hay un razonamiento sensato detrás de estos paralelismos, y- en un nivel abstracto- son probablemente muy exactos en la mayoría de los casos. Sin embargo, en el presente todo llega junto; lo que hemos sido continúa influyendo en nuestras orientaciones, actitudes y acciones en el ahora. El hecho de cómo nos sentimos respecto a nosotros mismos y que pautas de expresión sobrevienen más naturalmente y las sentimos más cómodas -La Luna-, tienen gran importancia sobre nuestro modo presente de vivir.

   Tal como la Luna refleja, en nuestro sistema solar, a la luz solar hacia la tierra, y concentra así la fuerza de vida hacia objetivos prácticos -simbolizados por la Tierra-, de igual modo la Luna en astrología representa un reflejo general de lo que hemos sido en el pasado. Es una imagen de experiencia pasada y pautas de conducta asimiladas con las que ahora nos sentimos cómodos porque son familiares y porque -de hecho- hemos ejemplificado esas cualidades en nuestro mismo ser. En otras palabras, la Luna simboliza -especialmente según la posición de su signo- pautas kármicas específicas, mentales y emocionales, que nos inhiben o nos ayudan en nuestros intentos de expresarnos y ajustarnos al mundo externo. Si los aspectos de la Luna son armónicos, revelan pasados condicionamientos y pautas de reacción espontánea que podrán ayudar a la persona a que se ajuste a la vida y a la sociedad, y a que exprese su yo. Si los aspectos de la Luna son tensos, simbolizan la ineptitud para ajustarse con facilidad a la vida y/o una imagen personal negativa, estas predisposiciones emocionales deberán superarse. Es importante decir que la Luna simboliza tal reacción espontánea y tales pautas de conducta y que estas orientaciones son primordialmente evidentes en la niñez, cuando nuestra conducta es más bien pura y desinhibida. De allí que el signo del zodíaco en que se encuentre la Luna y los aspectos sean muy eficaces en la primera parte de nuestra vida. A medida que envecejemos, es posible que algunos superemos algunas antiguas pautas emocionales, incluso puede ser que los bloqueos emocionales que muestra la carta natal a través de los  aspectos lunares ya no tengan signficados importantes. Esto no quiere decir que el signo zodiacal de la Luna deje de ser importante, pues siempre simbolizará un tono dominante en el modo fundamental de ser de la persona. Lo que quiero decir es que los problemas y conflictos asociados con los aspectos de la Luna y con la expresión de las cualidades de ese modo simbolizadas pueden ser superados casi totalmente, oi por lo menos pueden ajustarse de manera saludable.




  La Luna es un símbolo muy complejo y tiene muchos significados, vamos a ver una pequeña relación de todos ellos planteados desde la perspectiva de la astrología psicológica y kármica.

a) La Luna simboliza la imagen de uno mismo que una persona ve reflejada en uss tratos con el público. De allí que una Luna con aspectos tensos pueda mostrar ineptitud para proyectarse armónicamente a fin de que otras personas respondan de manera positiva. Una Luna con aspectos armónicos muestra, a menudo, que podemos expresarnos armónicamente al tratar al público y que tenemos buen sentido respecto a lo que el público busca o dicho de otra manera, si la Luna tiene aspectos armónicos respondemos con una exactitud intuitiva con respecto a los demás, lo que hace que ellos respondan de forma más positiva. Por tanto, los aspectos armónicos de la Luna muestran áreas en las que podemos proyectarnos con facilidad a fin de obtener una buena retroalimentación.

b) Una Luna con aspectos tensos muestra, a menudo, una imagen personal inexacta, pues la imagen que percibe la persona de sí misma se basa en pautas pasadas equivocadas que no corresponden con la naturaleza  de la persona en el presente. Esta inexatitud de la imagen personal se refleja, a menduo, en conductas como éstas: tomar las cosas equivocadamente, ser extremadamente sensible, reaccionar de forma exagerada ante nimiedades, vestir de manera que no se adapte a la naturaleza interior y a la verdadera personalidad y estar demasiado a la defensiva.

c) La casa donde se encuentra la Luna muestra el área de actividad de nuestra vida donde necesitamos obtener retroalimentación, donde podremos llegar a vernos más objetivamente, y donde podremos armonizarnos en un sentido del y o que pueda proporcionarnos tranquilidad interior.

d) El signo donde se encuentra la Luna muestra cómo nos defendemos instintivamente. Por ejemplo, la Luna en un signo de fuego reacciona con ira; la Luna en un signo de aire, con racionalización, disputas o discusiones; la Luna en agua, con retiro o eclosiones emocionales; la Luna en tierra, con aguante y resistencia.

e) El signo en que se encuentra la Luna simboliza también un modo de expresión que llega naturalmente y un modo de conducta en el que nos sentimos seguros; pues el signo de la Luna muestra una vieja pauta de vida que habitualmente es medianamente cómoda -a menos que la Luna tenga muchos aspectos tensos-. Por ejemplo, una Luna en Capricornio encuentra seguridad en la vejez, en representar ser vieja, en cultivar una conducta anciana. La Luna en Tauro puede hallar seguridad en actuar como un campesino grosero. La Luna en Leo halla seguridad en exhibiciones dramáticas o, por lo menos en ser reconocida.

f) Puesto que la Luna representa un fuerte deseo de exprsar un modo de ser que es parte natural e íntima de uno mismo, el signo de la Luna muestra también lo que necesitamos expresar ¡a fin de sentirnos bien, con nosotros mismos! La Luna muestra el "deseo del corazón". Los aspectos con la Luna muestran sencillamente con cuánta facilidad podremos expresar este modo de ser y con cuanta facilidad podremos alcanzar ese estado de bienestar, dependiendo de los aspectos que la Luna reciba, cuanto más aspectos tensos tenga la Luna más dificil será dicha expresión.

g) El signo de la Luna simboliza la aplicación práctica de la energía y la finalidad solares. Por eso un trígono, un sextil -o a veces una conjunción- entre la Luna y el Sol representan un factor estabilizador y potencialmente creativo; pues en estos casos, la energía solar podrá expresase fácilmente de modo práctico.


    Teniendo en cuenta todo lo anterior, debe quedar claro que el signo, la casa y los aspectos de la Luna son factores muy importantes a la hora de considerar las cuestiones kármicas de la carta natal. Las cuestiones de la Luna pueden relacionarse directamente con las pasadas experiencias y pautas fuertemente arraigadas en la vida de la persona. Debemos tener cuidado de no simplificar mucho la relación con las vidas pasadas, como por ejemplo, decir que alguien con la Luna en Leo, debió de ser un actor en una vida pasada. Decir eso podría ser válido en algunos casos, pero no siempre tiene que ser cierto.Si puede ser verdad que la persona necesito mostrar su creatividad a los demás. Aunque lo más importante es detenerse en la necesidad que la Luna simboliza en esta vida, y el enfoque más constructivo desde el punto vista kármico es aclarar las motivaciones y las presiones más profundas que la persona sienta pero que no tiene modo de identificar o poner en una perspectiva más vasta.

   Cada uno de nosotros tiene la oportunidad de armonizar dentro de sí mismo las diversas manifestaciones del universo; y tenemos la oportunidad de aceptar a los demás seres humanos, incluso con aquellos con los que no nos llevamos muy bien en el plano de la personalidad. ¿Podemos vivir sin exigir que todas las experiencias y todos los seres humanos armonicen con nuestra sintonía? ¿Podemos hacer evolucionar una consciencia madura y desapegadaquenos permita observar nos mientras representamos el papel que nos correspondió en el drama cósmico? ¿Podemos reírnos de nuestra complejidad, de nuestros conflictos y nuestras incoherencias? Lo que es importantísimo: ¿Podemos tener fe de que el universo es armónico y que sólo  nuestra visión estrecha la que ve discordancia? Las respuestas a estas preguntas determinarán, en gran medida, cómo enfrentamos nuestro karma ene sta vida y que clase de karma estamos creando ahora.


Comentarios

  1. Si una Luna (en casa IV) recibe dos aspectos buenos y uno malo, siendo estos sextil con Júpiter, conjunción con Venus y semicuadratura de Saturno, ¿cómo consideramos esta Luna? Gracias por tus sabias entradas.

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  2. La semicuadratura es un aspecto menor. La conjunción Luna Venus es bastante positiva y el sextil también. Luego, la semicuadratura es un aspecto tenso muy débil y por tanto la Luna en general está bien aspectada.

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