Plutón en Virgo

  Los planetas más lejanos en su tránsito por los signos del Zodíaco; Urano, Neptuno y Plutón. Al ser los más alejados de la Tierra, su movimiento aparente es extremadamente lento, de forma que el más rápido, Urano, tarda unos siete años en transitar solamente por un signo y 84 en dar la vuelta al Zodíaco. Neptuno tarda casi 14 en transitar cada signo y cerca de 166 años en dar la vuelta completa. Finalmente, el alejadísimo Plutón, de órbita irregular, puede llegar a tardar, en algunos casos, hasta casi 30 años en pasar por un solo signo y casi 247 en hacerlo por todo el Zodíaco. Debido a esta gran lentitud, el estudio de estos planetas no se puede abordar del mismo modo que hemos hecho con los anteriores, y que, en este caso, sus efectos se aprecian mucho más en el ámbito histórico o generacional que en el plano individual.

  Para ver mucho más claramente la influencia de estos planetas en el ámbito individual hay que estudiar su posición en las casas más que en los signos zodiacales, aunque al transitar por éstos marcan determinados periodos de la historia que tienen una características comunes.

  Solo en aquellas personas que tengan alguno de estos planetas ascendiendo o culminando, o formando una conjunción o en estrecho aspecto con el Sol, la Luna o el planeta regente de la carta, se podrán manifestar los efectos de estos tránsitos de modo individual y concreto y en algunas ocasiones en muy alto grado.

  Plutón transitó por este signo entre 1958 y 1972, un período de gran expansión y desarrollo, tanto económico como industrial y comercial, complementado con impresionantes adelantes y avances en el terreno de la ciencia y la investigación. La informática y las computadoras revolucionan totalmente esta época, creando un nuevo estilo de vida y un modo de trabajar. Por otro lado, se produce una verdadera revolución en la medicina, con importantes descubrimientos que logran mejorar la calidad de vida y la duración de la misma, y se presta mucha más atención a la influencia en la salud de cosas como la dieta o la higiene; en estos años se curan numerosas enfermedades y se descubren nuevas vacunas. Es la edad de oro de la ciencia y la técnica, que se convierten en el nuevo dios del mundo moderno con posibilidades que parecen ilimitadas. Pero estos años aparece también, cada vez con mayor peligro y gravedad, el problema de la contaminación a escala mundial y surgen en consecuencia importantes grupos ecologístas. Asimismo hay una verdadera revolución del mundo laboral, los sindicatos tienen una influenncia cada vez mayor en la política y se produce una importante mejoría de las condiciones de trabajo. La energía atómica se desarrolla a gran escala, tanto para uso benéfico como para fabricar bombas nucleares. La generación nacida bajo el influjo de este tránsito se apasiona profundamente por la investigación; se trata de espíritus científicos, que anhelan encontrar la verdad y sacar a la luz las cosas ocultas y misteriosas.


La organización Greenpeace se funda en 1971 para defender nuestro medioambiente.

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