La Casa Duodécima

   Esta casa está en paralelo y afinidad con el signo de Piscis, Neptuno y el elemento agua.

   Dice la tradicion que es el sector que rige los enemigos ocultos, las grandes pruebas e infortunios y las enfermedades crónicas. Es cierto que nos informa de estas cosas, pero en realidad la casa duodécima es mucho más que eso.

   La verdadera esencia de este sector es poner en marcha un proceso de disolución del Yo para fusionarse con algo mucho más grande o, dicho de otro modo, disolver el Yo terrestre para fusionarse con el Yo espiritual. Y todas las pruebas que pone a la persona, tienen esa finalidad.

    Quienes tienen esta casa muy destacada y llena de planetas, sienten una gran necesidad de aislarse y cultivar su riquísima vida interior. Pero en otros casos se entregan a una causa espiritual, altruista o filantrópica para aliviar el dolor del mundo y utilizan su energía en beneficio de sus semejantes. Así, en este sector, encontramos muchos sacerdotes, monjes, ermitaños, videntes, sanadores y personas de estas características, especialmente si la casa está ocupada por el Sol, la Luna o Neptuno.

Monjes budistas rezando.

  Ciertamente es una casa que atrae pruebas y sufrimientos, en especial si está ocupada por varios planetas maléficos (Marte, Saturno, Urano o Plutón), pero tiene como finalidad disolver el Yo que se apega a las cosas materiales para favorecer el crecimiento espiritual de la persona. Esas pruebas y sufrimientos, incluidas los enemigos ocultos y las enfermedades crónicas, se presentarán siempre que el nativo trate de utilizar su talento o sus energías egoístamente en su propio beneficio.

    Esta casa se relaciona con todos los lugares de reclusión o aislamiento: cárceles, hospitales, asilos, sanatorios, manicomios, etc. Cuando está muy mal configurada la persona puede acabar en uno de esos sitios, pero si recibe buenos aspectos entonces es probable que trabaje en ellos.

   Las personas paralíticas o tetrapléjicas suelen tener una casa duodécima muy destacada y muy mal aspectada, también las que viven en esclavitud, las que pasan casi toda su vida en hospitales, o las que se alienan y autodestruyen por medio de la bebida o las drogas. Esta casa sólo es netamente favorable para quienes siguen un camino espiritual, y aquí podría aplicarse a la perfección la conocida frase de Jesucristo: "Quien busque su vida la perderá, pero quien pierda su vida por Mí la salvará". Eso es la casa doce.

   La astrología esotérica considera que esta casa se relaciona con el karma que traemos de vidas pasadas, las deudas que es preciso pagar en la presente existencia.

La Rueda de las Encarnaciones del Budismo Tibetano

Comentarios

  1. Hubiera leído esto en 2010, y me encierro en el nosocomio. Tengo Jupiter, Urano - Mercurio en conjunción exacta y Plutón, todos en oposición a la Luna, que hace un bonito gran trígono con venus y Neptuno, y me salvan. Enemigos ocultos, me han sobrado, pero todos han dejado una lección aprendida. Soy medica, y hago trabajo científico en un laboratorio, además, terapeuta holística enfocada en psicoterapia para crecimiento espiritual, obviamente, en mi trabajo he tenido que aprender de mi karma...ahora no se si mi karma me llevo a hacer mi trabajo! ;))

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  2. Tengo a Mercurio en Virgo en la casa doce, y por ser opuesta a la seis, he encontrado traiciones y calumnias por parte de mis compañeros de trabajo.

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