El Sol como Dominante.

 Pese a ser una estrella, el Sol es considerado un planeta masculino, seco y ardiente. Rige el signo de Leo y está exaltado en Aries. Tiene su exilio en Acuario y su caída en Libra, como ya veremos cuando estudiemos los signos del Zodíaco.

 El Sol es el astro más importante de todos, el dador de vida, luz y calor, tanto en sentido físico (potenciador de la vitalidad) como espiritual (potenciador del Yo). Cuando es dominante en una carta natal y está bien aspectado, el nativo tendrá gran fortaleza y vitalidad, se mostrará activo y lleno de energía, con una tendencia natural al liderazgo y a imponer su voluntad sobre el entorno. Estas personas que lo tienen dominante tienen una conciencia clara de quiénes son y de lo que desean hacer en la vida.

 El Sol o cualquier planeta es dominante cuando se encuentra conjunto a un ángulo, empezando por el Ascendente, continuando por el Medio Cielo, luego el Descendente y finalmente en el Fondo del Cielo por este orden.

 Una persona puede tener varios planetas dominantes, los planetas en las casas angulares: la casa I, la X, VII y IV son poderosos, pero para que sean dominantes tienen que estar en conjunción con un ángulo.

 Si no hay ningún planeta conjunto al ángulo será el que esté más cerca y si no hubiera ninguno entonces sería el regente del Ascendente.

 Este astro favorece un destino afortunado y a menudo precoz, y que las personas tengan tendencia a brillar o sobresalir entre los demás, a erigirse en ejemplo o modelo para otros. Suele ser poderoso o dominante en casi todas las personas famosas, y siempre veremos a los tipos solares en puestos de mando o poder, ya sea éste político, social o económico. Acostumbran a alcanzar la fama o la gloria después de muertos, pues su vida siempre tiene algo de heroico o ejemplar.

  Por el contrario, cuando el Sol se encuentra debilitado y afligido, el nativo tendrá tendencia a ser débil o enfermizo, tanto en lo físico como en su personalidad; a someterse al destino o la voluntad de otros. Asimismo su vida tenderá a ser vulgar u oscura y a menudo poco afortunada.

  Entre las cualidades solares destacan la nobleza, la autoridad o superioridad, la fe en sí mismos, la distinción, la generosidad y la magnanimidad. Los influidos por el Sol tienen también capacidad de decisión y organización, fidelidad, claridad y franqueza. Se sienten atraídos por todo lo bello, superior y sublime. Les mueven altos ideales, perdonan con facilidad y son magnánimos con los enemigos.

 También los defectos pueden ser muy grandes, especialmente cuando el Sol es poderoso o dominante pero recibe malos aspectos, esto es lo que llama un Sol fuerte, pero de mala calidad: orgullo, soberbia, arrogancia, altivez, engreimiento, tiranía, vanidad, despotismo, cólera, esclavitud de la apariencia, delirios de grandeza, temeridad.

 La autoestima de los regidos por el Sol es muy alta. Atraen de forma natural la atención y ayuda de los poderosos, y suelen tener un ascenso rápido y una juventud esplendorosa, aunque con peligro de declinar o apagarse en la madurez; en algunas ocasiones su vida incluso no es demasiado larga.

 En el plano mental, su inteligencia es brillante y superior, y dotada de incomparable capacidad de objetividad y síntesis. El Sol favorece el genio creador.

 En el amor, sus aspiraciones son tan altas que es difícil que puedan realizarse. Son fieles y leales, estables y sólidos en sus sentimientos, que pueden alcanzar una gran intensidad. Sienten gran amor por la familia y por lo de su sangre.

 Físicamente, el Sol rige principalmente el corazón, el cerebro y la vista, así como las enfermedades de estos órganos. Proporciona una constitución atlética y un físico apolíneo o hercúleo, poderoso pero a la vez de rasgos armónicos o refinados, que destaca entre los demás debido a su aire solemne, aristocrático o altivo. Los regidos por el Sol suelen tener los ojos grandes, de mirada dominante; a veces, son rubios.

 El Sol rige el color dorado. Sus minerales son el oro y el diamante; sus vegetales el girasol, el laurel, el olivo o el incienso, y sus animales el león, el águila, el halcón y el gallo.

 Entre los personajes históricos con fuerte influencia solar están Alejandro Magno, Julio César, Ricardo Corazón de León, Juan de Austria, Luis XIV, Napoleón y Simón Bolívar.

Algunos ejemplos de mi Archivo

Como ejemplos puedo poner la carta de Simón Bolívar que como se puede apreciar tenía un Sol Dominante en el Ascendente y aunque en Leo estaba afligido, por lo tanto tenía que tener mucho carácter:




 El Príncipe Felipe, también tiene un Sol Dominante pero en el signo de Acuario, es el caso de un Sol Fuerte pero de mala calidad. Por lo tanto creo que debe tener un carácter bastante fuerte, aunque puede ser suavizado por Neptuno que estando en su Descendente sería Co-Dominante.





  Otro ejemplo de carácter fuerte la artista Lola Flores, pero ella no tenía un Neptuno como Co-Dominante que se lo suavizara:



  Otro ejemplo, el del científico más brillante del siglo XX, Albert Einstein también tenía al Sol como planeta Dominante en el MC.


Y para finalizar como nota curiosa, Jose Luis Rodríguez Zapatero, presidente del Gobierno de España, también tiene un Sol Dominante en Leo en el Ascendente y no cabe duda, de que puede estar relacionado con su muy nombrado "talante".

Comentarios

  1. Hola Segundo:

    Interesante artículo. Me queda una duda respecto al planeta dominante.

    Puede un Sol en Aries (su natural exaltación) posicionado en la casa 5 (la casa que naturalmente rige) ser un planeta dominante en una carta natal? En el programa AstroCullen de Astro.com se me confirma como mi planeta dominante... pese a no estar conjunto a ningún ángulo. Saludos!

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    1. El Sol en Aries es una dignidad esencial del Sol, el Sol en casa 5 se podría considerar una dignidad accidental. Las dignidades influyen en la calidad del planeta, es decir en que el planeta se exprese positivamente o negativamente. No obstante, no se deben considerar solo las posiciones de los planetas por signos, también se deben considerar por términos, faces o triplicidades y se deben tomar en cuenta muchos otros factores que inciden en sus dignidades.

      No obstante, que un planeta sea dominante no tiene que ver con su dignidad, tiene que ver con el impacto que el planeta ejerce en el destino personal del individuo. De esta forma un planeta puede ser dominante y por desgracia para la persona puede tener poca dignidad.

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